Hace unos 20 años, pensar en ser nómade digital y gestionar su propia empresa en Chile era algo que parecía muy incompatible; especialmente porque ser emprendedor ó empresario estaba muy asociado a la idea de que la empresa "debe tener" un lugar físico, debe tener varias líneas telefónicas y hasta una dirección de casilla de correo postal; esto fue cambiando, rápidamente pero al mismo tiempo paulatinamente, con la llegada de la tecnología.

Recuerdo que por el año 2005 ayudaba a empresas en el rubro de diseño gráfico e informático de forma remota con un programa llamado "Log Me In"; también los complementaba con otros programas como "Net Meeting", "Icq" y el famoso "Msn Messenger"; Dejaba el computador encendido todo el tiempo en mi hogar y desde cualquier parte con conexión internet podía acceder a mi escritorio en Chile; y eso era algo extraño para algunos de mis clientes en esa época, pero como confiaban en mi; entonces manteníamos el vínculo laboral y comprobaban que todo iba bien aún estando lejos;

También recuerdo que instalaba el Skype en mi Nokia 6.600 un celular que sólo estaba por ese momento disponible en Europa, y lo ocupaba (aparte de llamar para instalarle juegos), para tener mi número online, usarlo para llamadas por Voz por IP (VOIP) y otras funciones interesantes para la época; en 2009 cuando fui a Italia y me quedé viviendo en un pueblo siciliano medieval por las montañas, decidí adquirir un nuevo número fijo Skype; y mis clientes llamaban sin problema (incluso algunos no sabían que estaba en el extranjero); luego comenzaron a tomar forma las oficinas virtuales; aunque las video llamadas no eran populares ...hasta 2021 en donde el mundo cambió y la tecnología ayudó a fortalecer los vínculos cuando muchos estaban "aislados en sus casas".

Ahora, laborar de forma remota es una opción apasionante y mucho más fácil; aunque he sabido de algunos países, según me he enterado por otros nómades digitales, que intentan hacer volver a sus trabajadores (dependientes de empresas), a sus puestos físicos; esto no pasa con los emprendedores que tenemos nuestros propios negocios.

Durante estos últimos años en México he conocido a varios nómades digitales que viajan por el mundo con su computadora, tienen tiendas virtuales, sitios web para ofrecer coaching, profesoras de yoga que hacen sus cursos online con sus clientes a distancia, terapeutas que hacen sus sesiones en línea, como también a otros que les llaman la atención las criptomonedas y el mundo bursátil; entre muchas historias más.

En mi caso gestionar mi propia empresa de comunicaciones ha sido para mi un aprender paso paso, integrando tecnología y tomando la implementación de ella como un juego; así lo siento más livianito y voy probando nuevos modelos y software que pueden ayudarme a mi como también a otros clientes; además el jugar y disminuir exigencias me ha llevado a ser lo mas honesto posible conmigo mismo para mantener y seguir expandiendo mi esencia.